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Transcriptor: Marcelo Papetti
Revisor: Sebastian Betti
00:00:04
Tengo una hija que tiene 13 años,
00:00:07
pero en el 2012, cuando
fue el colapso financiero,
00:00:11
que se cayeron todas
las bolsas del mundo y todo eso,
00:00:14
tenía cinco menos que ahora,
tendría ocho, nueve años.
00:00:17
Y estábamos viendo el noticiero,
00:00:19
estábamos almorzando y viendo el noticiero
00:00:22
y apareció un tipo de corbata pelado,
00:00:25
un periodista que siempre
daba malas noticias,
00:00:28
fue el que vaticinó el tsunami
y que se cayó un avión,
00:00:32
y ese día dijo: "Último momento,
00:00:35
se desplomó la bolsa en todo el mundo".
00:00:37
Y mi hija me miró así y yo me puse pálido.
00:00:41
Y siguió el tipo, dice: "Se disparó
el valor nominal del bono
00:00:45
por no poder sostener
las obligaciones de deuda".
00:00:48
Y mi hija me miraba.
00:00:49
(Risas)
00:00:50
"La banca de inversión colapsó" dijo,
"se están suicidando los accionistas".
00:00:54
Y mi hija abrió los ojos
grandes y yo también.
00:00:57
Obviamente me asusté
porque estaba pasando algo grave.
00:01:01
Y entonces Nina, mi hija, que siempre
me preguntaba qué es el tsunami,
00:01:05
qué es el avión que se cayó
00:01:06
y era fácil de explicar lo del tsunami:
es el epicentro de una cosa en el mar
00:01:10
que después se mueren
los filipinos, es simple.
00:01:12
(Risas)
00:01:13
Me preguntó: "¿Qué es esto
que pasó ahora, papá, es grave?"
00:01:17
Y yo me di cuenta de que
no tenía la menor idea
00:01:20
de cómo explicarle a un chico
qué cosa era eso.
00:01:24
Un terremoto se explica fácil,
pero ¿cómo le explican a un nene
00:01:27
el colapso del sistema financiero?
00:01:30
No se lo podés explicar
porque es intangible, más que nada.
00:01:33
Pero como soy "cabeza dura"
00:01:35
y en ratos libres soy escritor también,
00:01:38
me propuse hacerlo,
así que escribí un cuento infantil.
00:01:43
Y al día siguiente, cuando estábamos
mirando de vuelta el noticiero
00:01:46
y me volvió a preguntar,
00:01:47
le conté una historia
que quiero compartir con Uds.
00:01:51
Le dije a Nina ese día que había una vez
00:01:55
un pueblo muy tranquilo
00:01:57
y que había un muchacho
que se llamaba Pepe, el protagonista,
00:02:00
que vivía en la casa
más alejada del pueblo.
00:02:03
Una tarde, Pepe salió
a caminar y le agarró sed.
00:02:07
Cuando volvió a su casa,
abrió una botella de vino
00:02:09
y, mientras tomaba el vino,
descubrió una cosa
00:02:12
que nadie había descubierto nunca:
no había bares en el pueblo.
00:02:17
No había ni un bar.
00:02:19
Pepe pensó que si abría un bar,
00:02:21
podría hacer felices a otros,
dándoles de tomar,
00:02:24
y además también pensó
que podía ganar alguna moneda.
00:02:28
Y se puso contento
con la idea de abrir un bar.
00:02:32
Esa tarde, su amigo, Moncho,
pasó por la casa de Pepe
00:02:35
y le dio un buen nombre para el bar.
00:02:38
Y ya se sabe que cuando una idea
trasnochada tiene un nombre,
00:02:41
ya empieza a caminar esa idea.
00:02:44
Entonces Pepe hizo
una lista de necesidades
00:02:47
para abrir el primer bar del pueblo.
00:02:49
Nina me miraba con los ojos abiertos,
el cuento estaba bien hasta ahora.
00:02:53
Pepe se dio cuenta de que había que
comprar mesas, sillas, copas, pintura,
00:02:57
un palenque para que los clientes
del bar pusieran sus caballos
00:03:01
y pudieran entrar a tomar.
00:03:03
Y sacó las cuentas y todo eso le iba
a costar unas 10 000 monedas.
00:03:07
Por supuesto, Pepe no tenía
10 000 monedas porque era pobre,
00:03:10
pero durante la noche se le ocurrió una
manera de conseguir esas 10 000 monedas.
00:03:15
Pepe recortó 1000 papelitos
00:03:18
y escribió en cada papelito la frase:
00:03:21
"Próximamente, Bar de Pepe";
1000 veces escribió eso.
00:03:25
Y el domingo, después de misa,
00:03:27
se fue a la plaza del pueblo
vestido con su mejor traje
00:03:31
y le dijo a todos los vecinos en la plaza:
00:03:34
"Queridos vecinos, voy a abrir
un bar en las afueras del pueblo".
00:03:38
Todo el mundo lo miró.
"¡Qué buena idea!" dijeron algunos.
00:03:41
Pepe se sintió muy bien
con la atención de todos
00:03:44
y entonces mostró, en abanico,
los 1000 papelitos recortados y dijo:
00:03:49
--"esto es importante, Nina" le dije yo--
00:03:52
Dijo Pepe:
00:03:53
"Cada uno de estos 1000 papelitos
cuesta 10 monedas".
00:03:57
Los vecinos lo miraban.
00:03:59
"El que me compre un papelito
va a tener que guardarlo
00:04:02
porque dentro de un mes,
cuando yo abra mi bar,
00:04:05
voy a pagar 12 monedas por cada
papelito que Uds. me devuelvan".
00:04:11
Entonces hubo susurros en toda la plaza
00:04:13
y Moncho, que era
el tonto del pueblo, preguntó:
00:04:17
"¡Pará, Pepe! Pero ¿no cuesta
10 monedas cada papelito?
00:04:20
¿Por qué vas a regalar
después dos monedas más?"
00:04:23
Y Pepe dijo: "No es regalar,
Mocho, es compensar.
00:04:26
Voy a compensar con dos monedas más
00:04:29
a los que me ayuden a cumplir mi sueño,
que es abrir un bar".
00:04:33
Entonces el alcalde,
que estaba por ahí, se acercó y dijo:
00:04:36
"¡Tiene sentido! Tiene mucho
sentido. ¡Muy bien, Pepe!"
00:04:40
Y Ernesto, que era rico
y entendía de negocios, dijo:
00:04:44
"A mí, la idea me parece muy bien".
00:04:46
Y el cura Ricardo, sacando algunas
monedas de abajo de su sotana, dijo:
00:04:51
"¡Es una idea muy cristiana!
Yo quiero algunos de tus papelitos".
00:04:57
Y todos empezaron
a comprar papelitos de Pepe.
00:05:01
De esa manera tan simple,
y en una sola mañana,
00:05:04
Pepe consiguió la plata para abrir su bar.
00:05:06
Entre todos los vecinos
le compraron los 1000 papelitos.
00:05:09
"Yo le compré dos" dijo Sabino
que era pobre, pero optimista.
00:05:13
"Yo le compré 36" gritaba Quique
que era codicioso y altanero.
00:05:18
Pepe se fue a su casa
con 10 000 monedas en la mochila
00:05:21
y se durmió pensando
en su sueño: abrir un bar.
00:05:24
Al día siguiente era lunes
y Pepe viajó a la ciudad
00:05:28
y compró madera para construir
un mostrador y compró pintura,
00:05:32
volvió a su casa y se puso a trabajar.
00:05:35
No pasó por la plaza del pueblo
en las siguientes cuatro semanas.
00:05:40
Es decir, le dije a Nina,
00:05:42
Pepe no se enteró del desastre
que se iba a armar
00:05:46
por culpa de sus papelitos.
00:05:48
En ese momento del cuento yo frené
00:05:50
y me quedé mirando a mi hija para
ver si estaba entendiendo la historia.
00:05:54
Siempre hay que "testear"
las metáforas con los chicos,
00:05:57
sobre todo cuando son ideas complejas,
00:06:00
y ella me dijo: "Papá,
esto no tiene nada que ver
00:06:02
con lo que dijo el señor pelado
de la 'tele', pero está bueno, seguí".
00:06:06
(Risas)
00:06:07
Entonces le conté.
00:06:08
Le conté lo que pasó en el pueblo
durante la primera semana.
00:06:13
Ese lunes, la plaza estaba llena de gente,
mucho más que en un lunes normal.
00:06:19
Muchos vecinos habían
pasado la noche entera
00:06:22
recortando sus propios papelitos
porque también, habían descubierto,
00:06:26
tenían proyectos que no podían
cumplir por falta de monedas.
00:06:31
Unos papelitos decían:
00:06:32
"En breve, Heladería de Horacio".
00:06:36
Otros papelitos decían:
"Muy pronto, Peluquería de Carmen".
00:06:40
E incluso había unos papelitos
escritos por Moncho
00:06:43
con faltas de ortografía, que decían:
00:06:46
"A fin de mes, aré biajes a la Luna".
00:06:48
(Risas)
00:06:49
De pronto, los vecinos se subían
a las farolas de la plaza
00:06:53
para que los otros vecinos pudieran
comprar esos papelitos.
00:06:56
Se trepaban a la fuente para
intercambiar papelitos por monedas.
00:07:00
El martes fue todavía peor
00:07:02
y el miércoles ya no se podía caminar
por la plaza del "quilombo" que había.
00:07:07
El alcalde tuvo que poner orden
00:07:08
y habilitó un lugar cerrado
en la municipalidad
00:07:12
para que los vecinos pudieran reunirse
00:07:14
a intercambiar papelitos
sin destrozar la plaza.
00:07:16
Este pequeño local se inauguró el jueves
00:07:19
y fue bautizado con el nombre
de "el salón de los papelitos".
00:07:22
Y así fue que el viernes,
todos los que tenían un proyecto
00:07:26
ya habían conseguido las monedas
necesarias para llevarlo a cabo
00:07:29
y se habían puesto a trabajar.
Horacio ya buscaba leche,
00:07:32
crema, hielo para su heladería,
00:07:34
Pepe ya estaba serruchando
la madera para el mostrador del bar.
00:07:38
Carmen afilaba las tijeras
para su flamante peluquería
00:07:41
y Moncho había comprado dos caballos
flacos para hacer viajes a la Luna.
00:07:45
(Risas)
00:07:47
Solamente quedaba en el salón
de los papelitos un grupo de vecinos
00:07:51
a los que nunca en la vida se les había
ocurrido ningún proyecto interesante.
00:07:56
Lo único que tenían estos vecinos
00:07:59
eran papelitos de otra gente.
00:08:02
Uno de estos vecinos, Ramón,
se quejó en voz alta:
00:08:06
"¡Caramba!" dijo.
00:08:07
"Ahora necesito monedas para
comprar cigarros y no tengo.
00:08:10
Hace unos días, cambié mis últimas
10 monedas por un papelito
00:08:14
de Pepe y ahora necesito fumar".
00:08:16
"A mí me pasa lo mismo" dijo Luis,
00:08:18
"Quiero ir al cine, no tengo una moneda".
00:08:20
Las quejas fueron cada vez mayores
00:08:22
hasta que Sabino, que era astuto,
levantó su papelito y dijo:
00:08:27
"A ver, muchachos,
00:08:28
dentro de tres semanas,
Pepe le va a pagar 12 monedas
00:08:32
al que le devuelva este papelito
que yo compré a 10.
00:08:35
¡Vendo mi papelito ahora mismo
por ocho monedas!"
00:08:39
Y los otros lo miraron, dijeron "¡Oh!"
00:08:42
"Trato hecho" dijo Ernesto que era rico,
pero quería ser todavía más rico
00:08:45
y le sacó de las manos,
por ocho monedas, el papelito.
00:08:50
Ramón y Luis también vendieron
sus papelitos por menos de 10 monedas
00:08:53
y, mientras uno corría a comprar cigarros
y el otro se iba al cine,
00:08:57
los demás vecinos vieron que aquella
era una nueva forma de hacer negocios,
00:09:01
aunque nunca en la vida se les hubiera
ocurrido una idea de verdad.
00:09:05
Algunos se subieron a las sillas,
otros a las mesas.
00:09:08
Empezaron a ofrecer lo que tenían
e incluso el cura Ricardo
00:09:11
llegó de la iglesia triste y dijo:
00:09:14
"Amigos, el día que Moncho
puso a la venta sus papelitos,
00:09:17
yo, que soy cristiano, le compré
unos cuantos porque es tonto.
00:09:22
Ahora Moncho los vende a 7 monedas
y dice que va a devolver 20 monedas,
00:09:27
pero es tonto y quiere
hacer viajes a la Luna.
00:09:30
Yo ahora necesito monedas
para arreglar el campanario
00:09:33
y nadie me quiere comprar
los papelitos de Moncho".
00:09:36
"Lo siento, Padre Ricardo"
dijeron todos, "no podemos comprar.
00:09:39
¿Cómo va a ir a la Luna ese muchacho?"
Entonces el cura se fue del salón
00:09:43
con los papelitos de Moncho, cabizbajo,
00:09:45
y fue la primera vez en muchos años
00:09:48
que nadie lo estaba ayudando
a reparar la iglesia.
00:09:52
Y así pasó la primera semana.
00:09:55
Entonces la miré a Nina, que me dijo:
00:09:57
"Ahora me parece
00:09:59
que empieza a parecerse
a lo que dijo el pelado de la tele".
00:10:03
Y yo le digo "¡Claro! En el mundo real
00:10:06
el salón de los papelitos
se llama 'la bolsa de valores',
00:10:09
mientras que los papelitos
pueden tener dos nombres.
00:10:12
Se pueden llamar 'bonos',
en algunos países,
00:10:14
en otros países se llaman 'obligaciones'.
00:10:17
Las 12 monedas que va a pagar
Pepe cuando el bar funcione,
00:10:21
o las 20 monedas que dice Moncho que
va a pagar cuando haga viajes a la Luna,
00:10:25
se llaman 'valor nominal del bono'".
00:10:28
Y Nina me miró así.
00:10:29
(Risas)
00:10:30
Abrió los ojos grandes porque
entendía la chica, ochos años.
00:10:34
Entonces le conté lo que pasó
la segunda semana en el pueblo.
00:10:38
Le conté que la casa de Pepe
ya no parecía una casa,
00:10:40
la casa de Pepe parecía otra cosa.
00:10:42
En el comedor había una barra de madera,
00:10:44
el baño se había convertido en dos baños,
uno para damas, otro para caballeros.
00:10:48
Las paredes estaban
a medio pintar de azul marino
00:10:51
y Pepe estaba contentísimo
con los progresos de su bar.
00:10:57
Como todavía no había ido al pueblo, Pepe,
00:11:00
él seguía sin saber
que la vida de sus vecinos
00:11:02
era un "quilombo" de papelitos
que iban y venían
00:11:06
cambiando de precio y de dueño.
00:11:07
Incluso el alcalde, después
de hablarlo con su secretario,
00:11:12
decidió sumarse a la nueva moda.
00:11:14
Una mañana de martes, el alcalde
salió al balcón con megáfono y dijo:
00:11:19
"Vecinos, la plaza quedó estropeada
después del furor de los papelitos.
00:11:23
Necesito recaudar fondos
00:11:25
para arreglar los destrozos
de las farolas,
00:11:28
para renovar la fuente
y para comprarme un coche a motor.
00:11:32
Desde este momento, pongo a la venta
1000 papelitos oficiales".
00:11:37
"¿Cuántas monedas cuestan?"
preguntó Sabino.
00:11:40
"¡Nada de monedas!" Dijo el alcalde,
00:11:42
"mis papelitos cuestan un caballo.
00:11:44
Cuando la fuente eche agua,
00:11:46
cuando las farolas vuelvan a dar luz
y yo tenga un coche a motor,
00:11:49
voy a devolver dos caballos por papelito.
00:11:52
Los papelitos oficiales
están a la venta desde ahora,
00:11:55
corran que se acaban".
00:11:57
Los papelitos del alcalde
se vendieron en tiempo récord.
00:12:00
Todos en el pueblo entregaron
sus caballos al alcalde
00:12:04
y, desde ese día, las tareas
se empezaron a hacer a pie.
00:12:09
Mientras tanto, el intercambio
de papelitos siguió en aumento
00:12:12
y ya no alcanzaban los lápices para anotar
00:12:15
quién era dueño de qué.
00:12:18
Algunos papelitos eran muy deseados,
por ejemplo, los de Pepe
00:12:21
que trabajaba día y noche
en la concreción de su bar,
00:12:25
pero a otros papelitos
no los quería nadie,
00:12:27
por ejemplo, los de Moncho
00:12:29
porque su artefacto para hacer
viajes a la Luna, por el momento,
00:12:32
solamente constaba
de dos caballos y un carro.
00:12:35
Nadie creía que eso
empezara a levantar vuelo.
00:12:39
Ernesto, el vecino rico
00:12:40
que había comprado muchos papelitos
durante la primera semana,
00:12:44
ahora se quería sacar de encima
los papelitos de Moncho.
00:12:48
Y, como también tenía papelitos
de Pepe, inventó algo buenísimo
00:12:52
a lo que bautizó: "los fajos de Ernesto".
00:12:56
Eran paquetes cerrados con 100
papelitos de todos colores.
00:12:58
Por ejemplo, había 10 papelitos
del bar de Pepe arriba,
00:13:02
20 papelitos de la heladería
de Horacio al medio
00:13:05
y 70 papelitos
00:13:08
del proyecto lunar de Moncho abajo,
sin que nadie los viera.
00:13:12
El jueves de la segunda semana, los fajos
de Ernesto tuvieron un gran éxito
00:13:16
entre los vecinos que buscaban como locos
papelitos de Pepe o del alcalde,
00:13:21
pero el viernes, Quique
descubrió el truco y dijo:
00:13:24
"¡Cuidado, vecinos, cuidado!
00:13:26
Los fajos de Ernesto a veces vienen
con papelitos de Pepe o del alcalde
00:13:30
en la parte de arriba y eso está bien,
00:13:32
pero al fondo del paquete
hay muchos papelitos de Moncho
00:13:35
que nunca en la puta vida va a hacer
ningún viaje a la Luna.
00:13:38
Así que antes de comprar
fajos de Ernesto busquen mi consejo.
00:13:41
Mi tarifa por cada consejo
es dos monedas".
00:13:44
(Risas)
00:13:45
Desde entonces, los compradores
de papelitos consultaron siempre a Quique
00:13:50
antes de comprarle fajos a Ernesto.
00:13:52
Ernesto y Quique, que habían
sido amigos durante muchos años,
00:13:56
dejaron de hablarse para siempre.
00:13:58
Y así pasó la segunda semana.
00:14:01
A esa altura, Nina ya era casi
una experta en todo este asunto.
00:14:05
Yo le expliqué que en el mundo real
00:14:07
los papelitos oficiales del alcalde
se llaman "títulos de deuda pública".
00:14:12
Le expliqué que los fajos de Ernesto
00:14:14
reciben el nombre
de "obligaciones de deuda",
00:14:17
mientras que la casa de Quique,
el lugar a donde van los vecinos
00:14:21
para saber si confían o no
en los fajos de Ernesto,
00:14:23
se llama "banca de inversión".
00:14:26
Entonces le conté a Nina que, cuando
empezó la tercera semana en el pueblo,
00:14:31
algunos proyectos
ya estaban casi terminados
00:14:33
y, en cambio, otros seguían en pañales.
00:14:35
A Pepe solamente le faltaba
clavar el palenque
00:14:38
para que los caballos de los vecinos
pastaran fuera del bar.
00:14:42
Horacio había conseguido batir
leche y frutas para su heladería
00:14:45
y nomás le quedaba traer
barras de hielo desde la ciudad.
00:14:49
En cambio, Carmen todavía no había
encontrado un buen local
00:14:52
para instalar su peluquería, aunque
ya tenía docenas de tijeras afiladas.
00:14:56
Y, ¿qué decir de Moncho? Pobre Moncho.
00:14:59
Sus caballos estaban
cada vez más flacos y tristes,
00:15:02
aunque los cepillaba día y noche,
00:15:04
y no parecía que su artefacto
pudiera volar en menos de una semana.
00:15:09
Los vecinos que tenían papelitos de Moncho
o de Carmen estaban inquietos
00:15:13
y ya no podían vendérselos a nadie.
00:15:15
Hasta que apareció Quique
con una gran idea.
00:15:18
"¡Oigan!" dijo Quique.
00:15:20
"Los que todavía tengan papelitos
de Moncho, no se preocupen.
00:15:23
Yo les puedo vender "tranquilidad
de Quique" para esos papelitos.
00:15:28
"¿Y eso qué es?", preguntó Sabino
00:15:31
que tenía muchos papelitos de Moncho.
00:15:33
"Muy fácil", dijo Quique.
00:15:34
"El que tenga papelitos de Moncho
me paga dos monedas cada noche
00:15:37
de acá a fin de mes
00:15:39
y si Moncho no consigue
hacer viajes a la Luna,
00:15:42
yo pago las 20 monedas
prometidas por Moncho".
00:15:45
"¿Aunque Moncho fracase?"
preguntaron todos.
00:15:47
"¡Aunque fracase!", dijo Quique.
00:15:49
"¡Tremenda idea!", dijo Sabino,
00:15:52
"así vamos a sentir mucha más tranquilidad
00:15:55
y podremos comprar más papelitos
del tonto del pueblo".
00:15:57
"Por eso mi idea se llama
'tranquilidad de Quique'", dijo Quique.
00:16:00
Y muchos vecinos empezaron
a pagarle a Quique
00:16:04
dos monedas por noche
00:16:06
para asegurar el proyecto de Moncho.
00:16:09
En el medio de la euforia
por estas nuevas ideas,
00:16:13
nadie en el pueblo notó
00:16:15
que el alcalde nunca
había arreglado las farolas
00:16:18
ni la fuente de la plaza.
00:16:19
El alcalde había cumplido con una parte
solamente de la promesa:
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había escapado del pueblo
con un coche a motor.
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Era todo lo que había hecho.
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Y los únicos caballos que quedaban
en el pueblo eran los de Moncho.
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Todos los demás se los había
llevado el alcalde.
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El secretario, que había sido
mano derecha del alcalde
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y conocía la estafa desde el principio,
00:16:45
decidió hacer algo para que nadie
descubra la ausencia de su jefe.
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Y su idea fue estupenda:
00:16:50
Trajo al salón de los papelitos
una pizarra y empezó a ponerle nota,
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del uno al diez, a cada proyecto.
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Al bar de Pepe le puso un ocho,
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a la peluquería de Carmen
le puso un cinco,
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a la heladería de Horacio, un siete.
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Al vehículo para hacer viajes a la Luna
de Moncho le puso un dos
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y, haciéndose el distraído,
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a las reformas de la plaza del alcalde
les puso un nueve con cincuenta.
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"¿Qué significan estos números?",
preguntó Sabino.
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Y el secretario dijo:
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"Son las posibilidades
de concreción de cada proyecto.
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Es para ayudar, yo lo hago por Uds."
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Y así pasó la tercera semana.
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En este punto, yo le expliqué a Nina
que en el mundo real,
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la idea de Quique de ofrecer tranquilidad
sobre los papelitos de Moncho
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se llama "seguros de impago de deuda"
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y la gran pizarra donde el secretario
le pone una nota a cada proyecto,
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en el mundo real, se llama
"agencias de calificación",
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que a veces se equivocan sin querer
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y a veces se equivocan queriendo.
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Entonces Nina me preguntó
si finalmente Pepe
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había logrado abrir su bar porque
ya estábamos en la cuarta semana
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y le conté el final de la historia.
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El final de la historia dice así:
00:18:01
Cuando llegó la cuarta semana
y se cumplió el mes,
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Pepe se levantó muy temprano
y caminó tranquilo hasta el pueblo.
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De lejos, se vio la fachada de su bar
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con el cartel luminoso a todo trapo.
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El bar se llamaba "La Luna", como lo había
bautizado Moncho el primer día.
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Ahora solamente faltaba que llegaran
los vecinos a caballo,
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con las gargantas muertas de sed.
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Pepe recorrió las cinco
leguas hasta el pueblo
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poniendo carteles en todos
los árboles del camino:
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"Bar La Luna, abierto todas las noches".
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Cada cartel que ponía, se iba lejos
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y se quedaba orgulloso mirando el cartel.
00:18:39
Sin embargo, cuando llegó
a la plaza del pueblo,
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no entendió nada de lo que estaba pasando.
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Pensó que se había equivocado de camino
y estaba en un pueblo diferente.
00:18:49
Parecía que por ese pueblo
hubiera pasado la guerra.
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Las farolas y la fuente de la plaza
estaban destrozadas,
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no había un solo caballo en las calles
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y los vecinos caminaban
en redondo hablando solos.
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"¿Qué pasó acá?" le preguntó Pepe
a Horacio cuando lo vio.
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"¡Ay! Pepe" dijo Horacio llorando.
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"Ay, Pepe. Todo el mundo
enloqueció con los papelitos,
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con los míos, con los de Carmen,
con los tuyos, con todos.
00:19:14
De repente, empezó a haber
más papelitos que monedas
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y el alcalde se escapó del pueblo.
Después ya no hubo monedas.
00:19:21
Más tarde desaparecieron los caballos.
00:19:23
Los vendedores de fajos
de Ernesto quebraron.
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Los revendedores de tranquilidad de Quique
no pudieron pagarle a nadie
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y se escaparon a la noche.
Estamos en la ruina, Pepe".
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"¿Y tu proyecto de helado?" preguntó Pepe.
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"¿Y la peluquería de Carmen?"
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"No, lo mío fue un fracaso" dijo Horacio.
00:19:38
"No hay caballos para ir a buscar hielo
a la ciudad y el helado se derrite.
00:19:42
Y Carmen no tiene clientes.
Está todo el mundo
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arrancándose los pelos solo.
¿Para qué quieren peluquera?"
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Pepe se quedó en silencio,
no podía creer lo que le estaban contando.
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Entonces Horacio dijo: "¡Ay, por Dios!
Necesito algo fuerte".
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Y Luis dijo: "Yo también,
tengo la garganta seca".
00:19:58
Y Sabino preguntó: "Pepe,
¿abriste o no el bar que querías abrir?"
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Y otros también se acercaron
a preguntar por el bar.
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Pepe descubrió entonces que, sin caballo,
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nadie iba a poder ir nunca a su bar
en las afueras del pueblo
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y entendió también
que jamás podría devolver
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las 10 000 monedas a nadie.
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Y entonces vio en el medio de la plaza
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a Moncho.
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Los dos caballos flacos de Moncho
eran los únicos animales que quedaban
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y arrastraban tres carros, con dos
ruedas cada uno, en forma de tren.
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A esos carros se iban
subiendo muchos vecinos
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y otros hacían una fila larga,
esperando para subir.
00:20:39
"¡Moncho!" preguntó Pepe,
"¿a dónde va toda esta gente?"
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Y Moncho dijo: "¿A dónde va a ser?
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¡A tu bar! A La Luna".
00:20:47
Pepe vio un cartel colgado
en la fuente rota que decía:
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"Moncho hace viajes a La Luna.
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Salidas: una moneda. Regreso: gratis".
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"¡Pero Moncho!" preguntó Pepe,
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"¿vos sabías que todos
se iban a quedar sin caballo?"
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"No" dijo Moncho,
"yo solamente sé una cosa:
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Yo lo que sé es que la gente
puede ir a un bar a caballo,
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pero nadie puede volver
borracho y montando un caballo".
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"Y como yo no tomo, pensé que mi negocio
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podría ser llevarlos
y traerlos de La Luna".
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Entonces Pepe abrazó a Moncho,
se subió al primer carro y gritó:
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"¡Vamos todos a La Luna!
Bebidas gratis la primera noche",
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y todo el pueblo subió y aplaudió.
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Nina, incluso, aplaudió contenta
el final de la historia.
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Y entonces yo le dije a mi hija
que tuviera cuidado
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porque en el mundo real
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las historias de los Pepes
que intentan abrir bares,
00:21:39
o las historias de los Monchos
que quieren hacer viajes a la Luna
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y nadie los entiende,
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son casi siempre proyectos
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que no suelen tener final feliz
como en los cuentos infantiles.
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Porque en el medio aparecen Quiques,
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aparecen alcaldes,
aparecen Ernestos y secretarios
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y lo echan siempre todo a perder.
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Pero cuando alguno de estos
proyectos sí funciona,
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le dije a mi hija para terminar,
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cuando estos proyectos funcionan,
cuando algo mágico pasa y funcionan,
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se llaman "sueños"
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y suelen ser maravillosos.
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(Aplausos)
00:22:21
Muchas gracias.
00:22:22
(Aplausos)
