Los Sexenios, Clío TV – Miguel de la Madrid, Oportunidades Perdidas

La campaña presidencial de Miguel de la Madrid en 1981 reflejó la necesidad de una renovación moral en respuesta a los problemas económicos de México. Estos problemas afectaron especialmente a los sectores más vulnerables, intensificando la desigualdad. La promesa de prosperidad anterior no se había cumplido, y muchos mexicanos enfrentaban precariedad. En este contexto, De la Madrid enfatizó la renovación moral como un principio de su campaña, atrayendo el favor popular en una época de crisis.

Miguel de la Madrid, en sus primeros años de gobierno, mejoró la percepción económica y política de México, comprometiéndose con el FMI para estabilizar la economía. Implementó medidas de austeridad que mejoraron los ingresos públicos, pero sin aliviar del todo la inflación, afectando los ingresos de los trabajadores. A pesar de enfrentar dificultades, De la Madrid avanzó su proyecto de renovación moral al actuar contra la corrupción, creando la Secretaría de la Contraloría para regular los gastos gubernamentales.

De la Madrid fortaleció su postura contra la corrupción al perseguir casos destacados, como el del director de policía Arturo Durazo. Sin embargo, enfrentó límites al lidiar con figuras poderosas como Joaquín Hernández Galicia, líder sindical. A pesar de señalamientos de corrupción en su entorno, no logró llevarlos siempre a la justicia. Las acciones del gobierno contra la corrupción fueron vistas con escepticismo, reflejando las tensiones internas y la resistencia a un cambio radical en el sistema.

Tras el terremoto de 1985, la respuesta ciudadana destacó por su solidaridad, pero el gobierno mostró ineficacia, inicialmente subestimando el impacto y rechazando la ayuda internacional. Esta tragedia exacerbó las dificultades económicas y generó críticas sobre el manejo gubernamental. La sociedad civil se movilizó masivamente, demostrando fortaleza y unidad, mientras cuestionaba la transparencia y efectividad del gobierno en su respuesta a los desastres.

Durante las elecciones de 1986 en Chihuahua, el fraude electoral generó tensiones significativas. El gobierno trató de restar importancia a las irregularidades y resistencias surgidas en torno a la transparencia electoral. La frustración social se canalizó en protestas y movimientos de resistencia civil, evidenciando la percepción pública de manipulación política. Estos eventos reflejaron la creciente insatisfacción y la demanda por procesos electorales más justos y democráticos.

El periodo de De la Madrid enfrentó desafíos económicos, incluyendo una drástica devaluación y una inflación que afectaba profundamente la economía. El Pacto de Solidaridad Económica se implementó buscando estabilidad, logrando inicialmente reducir la inflación. En el ámbito internacional, se firmaron acuerdos comerciales que abrían México al mercado global. En el contexto interno, las demandas sociales y conflictos agrarios siguieron siendo prominentes, mientras se intentaba mantener la estabilidad política.

Las tensiones políticas se intensificaron con la salida de Cuauhtémoc Cárdenas del PRI, presentando un nuevo reto para el gobierno de De la Madrid. La Corriente Democrática criticó la falta de democracia interna y las prácticas de dedazo, señalando una necesidad de reforma política. Estas tensiones internas reflejaron divisiones ideológicas importantes, con nuevos liderazgos que buscaron desafiar el status quo y promover sus agendas de cambio político.