Documental Megaestructuras Capital Gate El Rascacielos inclinado de Abu Dhabi

Dubai es conocido por proyectos audaces de ingeniería, pero Abu Dhabi podría superarle con el Capital Gate, el rascacielos más inclinado del mundo, que desafía la gravedad más que la torre de Pisa, lo cual requiere cálculos extraordinarios. Abu Dhabi, el emirato más grande y rico, está transformándose en un destino turístico y de negocios, liderado por el jeque Al Nayan quien ya ha invertido en lujosos proyectos como el Palacio de los Emiratos y la gran mezquita. Ahora, desea un edificio icónico que defina Abu Dhabi globalmente. El primo del jeque, el arquitecto Sultan Bin Tanun Al Nayan, está encargado de este desafío arquitectónico inspirándose en las dunas y aguas del golfo. La Capital Gate se levantará en espiral, alcanzando 160 metros de altura.

El Capital Gate desafía a la gravedad al inclinarse cinco veces más que la torre de Pisa. Sus pisos inferiores serán oficinas prestigiosas y los superiores un hotel de lujo. Será construido al lado del monumento nacional Grand Stand, simbolizando el futuro entrelazado con el pasado de Abu Dhabi, lugar que se ha transformado gracias al descubrimiento de petróleo. La construcción se integrará en un centro financiero para destacar internacionalmente. Sin embargo, la idea precisa de un traslado de planos a realidad y parece imposible. La parte superior inclina 33 metros más allá de la base generando fuerzas que intentan arrancar los cimientos. El arquitecto Tony Archibold lidera este increíble reto de ingeniería aplicando innovadoras técnicas desde sus cimientos hasta su cúspide.

Para soportar la inclinación de Capital Gate, se colocó una base de concreto reforzada que distribuye las fuerzas uniformemente. El uso de 400 pilares debajo del edificio contrarresta la fuerza de gravedad y evita que la estructura se arranque del suelo. Estos pilares son esenciales pues Capital Gate posee un diseño único que requiere cálculos precisos. Con un plazo de menos de dos años ante la celebración de la Cumbre Mundial de Energía en Abu Dhabi, la obra necesita ajustarse a cronogramas exigentes. La construcción del núcleo del edificio usando encofrado deslizante es uno de los principales desafíos. Los cálculos deben asegurar que la estructura pueda mantenerse sólida pese a su inclinación, usando soportes reforzados y hormigón tensionado.

El núcleo del edificio adopta un diseño revolucionario que implica construirlo inclinado hacia el lado opuesto de la inclinación. A medida que crece, su peso devolverá el núcleo a la verticalidad. Este método ingenioso comprime y refuerza el hormigón logrando una estructura sólida. Tener un núcleo que funcione estructuralmente mientras soporta las fuerzas oblicuas es complejo, lo que implica insertar tendones de acero que recorren el núcleo longitudinalmente, añadiendo tensión y resistencia. Seccionado cada 20 metros consiguiendo un soporte firme ante las exigentes cargas y el desequilibrio estructural que podría presentarse.

El diseño intrépido del Capital Gate también requiere de una piel externa que distribuya las fuerzas de manera uniforme como la cáscara de un huevo. La solución es una malla de acero, conocida como diagrid, que aunque ligera también es resistente. Esta estructura irregular y curvada necesitó un software de diseño específico y es ensamblada con una exactitud milimétrica. Cada cruceta de acero debe ser precisas para distribuir correctamente las fuerzas, y su acoplamiento demanda precisión tanto en diseño como en la colocación, lo que ha sido posible gracias a la tecnología de diseño moderno.

La fachada compuesta por 26,000 paneles triangulares de vidrio, permite revestir el edificio sin elevar costos excesivamente mediante cristales curvos. Cada panel es único, y ajustado individualmente. Sin embargo, el movimiento puede causar fisuras si no se construye para permitir un mínimo desplazamiento. Las pruebas estrictas aseguran que cada panel puede manejar estas fuerzas sin romperse. Este enfoque garantiza que cada pieza funcione como parte de un todo, evitando fallas estructurales que puedan comprometer la integridad del edificio.

A medida que el proyecto avanza, el enfoque se centra en la creación de un atrio dentro del edificio que sirve como tragaluz y aliviana el peso estructural general. Este atrio reduce las fuerzas en el diagrid y ahora debe implementar soportes internos, proporcionando un enfoque novedoso para distribuir las cargas. Sin embargo, también presenta desafíos en redirigir las fuerzas hacia el núcleo a través de conexiones innovadoras que transfieren las fuerzas hacia la base del edificio.

Las dificultades técnicas se intensifican con nuevas solicitudes como la integración de un helipuerto, desafiando aún más las normas arquitectónicas. Existe el riesgo de cizalladura del viento que podría comprometer la seguridad de las aeronaves. Sin embargo, pruebas en túnel de viento ayudaron a diseñar un helipuerto seguro minimizando el impacto del viento al rebajarlo dos metros, permitiendo un aterrizaje seguro y manteniendo la estructura del edificio.