Cien años de soledad - capitulo 18 - Gabriel García Márquez.

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Summary

TLDREl capítulo 18 de "Cien años de soledad" destaca el aislamiento de Aureliano en el cuarto de Melquíades, donde persiste en sus estudios del sánscrito, ajeno a la realidad de su entorno. Santa Sofía de la Piedad, exhausta por el abandono y el deterioro de la casa ancestral, decide irse, mientras José Arcadio regresa y se enfrenta a la decadencia familiar. Fernanda del Carpio, sumida en la soledad, fallece recordando su pasado. La casa se desmorona por la inseguridad y la vegetación intrusiva, y los personajes luchan por enfrentarse a sus fantasmas internos y miedos legados por sus antepasados. Las presencias sobrenaturales, los recuerdos de la familia y la ambición de descubrir el contenido de los pergaminos en san sánscrito, confieren una atmósfera mágica y melancólica a este segmento de la historia.

Takeaways

  • 📜 Aureliano se enfoca en descifrar los pergaminos de Melquíades en sánscrito.
  • 🏚️ La casa de los Buendía sufre un gran deterioro tras las muertes de sus habitantes.
  • 👵 Santa Sofía de la Piedad decide abandonar la casa por su estado crítico.
  • 👻 Presencias sobrenaturales y recuerdos afectan profundamente a los personajes.
  • 💔 Fernanda del Carpio fallece en soledad, añorando su pasado.
  • 🔮 Los misteriosos textos de Melquíades contienen secretos de la familia.
  • 🏰 La casa refleja la decadencia y el olvido de la dinastía Buendía.
  • 💎 Un tesoro oculto es descubierto por José Arcadio, alterando sus planes de retorno.
  • 🦠 Invasiones de plagas y vegetación aceleran el colapso de la casa.
  • 🛡️ Los pergaminos poseen un lenguaje cifrado que representa el legado del conocimiento medieval de Melquíades.

Timeline

  • 00:00:00 - 00:05:00

    Aureliano pasa su adolescencia encerrado en el cuarto de Melquíades, absorbiendo conocimientos medievales. Santa Sofía de la Piedad cuida de él mientras él investiga libros antiguos. Conversa con Melquíades, quien le informa que debe aprender sánscrito para descifrar los pergaminos en el futuro. Aureliano compra un libro necesario, usando los objetos de la familia.

  • 00:05:00 - 00:10:00

    Santa Sofía de la Piedad, tras años de dedicación silenciosa, decide dejar la casa desmoronada por las plagas y la naturaleza. Pedro cotes envía comida a Fernanda como remordimiento, pero Santa Sofía se va sin ataduras familiares, marcada por una vida de humildad y sin reconocimiento oficial.

  • 00:10:00 - 00:15:00

    Tras la partida de Santa Sofía, Fernanda y Aureliano viven en soledad dentro de la casa en decadencia. Fernanda cree que duendes mueven los objetos mientras Aureliano permanece aislado con los pergaminos. Ambos encuentran consuelo en sus rutinas carentes de interacción mutua.

  • 00:15:00 - 00:20:00

    Fernanda experimenta nostalgia intensa y comienza a usar un vestido real que encuentra en la casa. La llegada de José Arcadio provoca tensión, ya que Aureliano no recibe permiso para salir. Vive observando la casa y se dedica a los pergaminos, mientras el estado emocional de Fernanda se deteriora.

  • 00:20:00 - 00:25:00

    José Arcadio descubre tesoros ocultos en la casa y los emplea en un estilo de vida decadente junto a un grupo de niños y adolescentes que lo rodean y asisten. En un frenesí alcohólico, el orden y lo físico se transforman, impactando la casa con caos mientras Aureliano permanece apartado.

  • 00:25:00 - 00:30:00

    La situación en la casa decae al descubrirse el santuario de Melquíades, ya que encuentran su riqueza. José Arcadio se involucra en actividades hedonistas, pero su desprecio hacia el desorden general lo lleva a acciones severas contra los niños. Mientras Aureliano permanece enfocado en sus estudios.

  • 00:30:00 - 00:35:00

    Un personaje fugitivo, Aureliano Amador, busca refugio pero es rechazado y asesinado sin reconocimiento de su verdadera identidad como parte de la familia. Los hermanos permanecen atentos mientras la violencia externa alcanza su hogar, denotando una conexión tácita con la historia familiar.

  • 00:35:00 - 00:42:53

    José Arcadio es asesinado por niños en la casa durante su baño, tras haber planeado abandonar todo. Aureliano, absorto en los pergaminos, descubre el cadáver de José Arcadio solo después del suceso. El impacto de la muerte revela un vínculo emocional no visto antes con su hermano.

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Video Q&A

  • ¿Quién es Aureliano en el capítulo 18?

    Aureliano es un descendiente de la familia Buendía que se dedica a descifrar los pergaminos de Melquíades.

  • ¿Qué significado tiene el cuarto de Melquíades?

    Es un lugar donde Aureliano estudia y se comunica con el espíritu de Melquíades, aprendiendo sobre sus pergaminos.

  • ¿Por qué Santa Sofía de La Piedad se va de la casa?

    Se siente superada por el deterioro de la casa y decide buscar un lugar más tranquilo para vivir sus últimos años.

  • ¿Qué encuentra José Arcadio al regresar a la casa?

    José Arcadio encuentra el cuerpo momificado de su madre, Fernanda, y descubre los secretos ocultos de la familia.

  • ¿Cuál es el sueño de José Arcadio?

    Su sueño es regresar a Roma, pero al encontrar el tesoro oculto de la familia, se ve arrastrado a un estilo de vida decadente.

  • ¿Qué ocurre cuando Aureliano intenta salir en busca de libros?

    Fernanda le niega el permiso, y Aureliano continúa encerrado en su estudio de los pergaminos.

  • ¿Cómo cambia la casa tras la muerte de sus habitantes más antiguos?

    La casa se deteriora considerablemente, y sufre de invasiones de plagas y mala hierba.

  • ¿Qué revelaciones contienen los pergaminos que estudia Aureliano?

    Los pergaminos contienen profecías y secretos sobre la familia Buendía, escritas en un lenguaje cifrado.

  • ¿Qué evento profundo afecta a Fernanda del Carpio?

    Fernanda vive en soledad escribiendo cartas a sus hijos y recordando su pasado glorioso, hasta que muere sola.

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    100 años de soledad Gabriel García
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    Márquez capítulo 18 Aureliano no
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    abandonó en mucho tiempo el cuarto de
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    melquíades se aprendió de memoria las
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    leyendas fantásticas del libro
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    desencuadre filosofal las centurias de
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    Nostradamus y sus investigaciones sobre
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    la peste de modo que llegó a la
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    adolescencia sin ver nada de su tiempo
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    pero con los conocimientos básicos del
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    hombre medieval a cualquier hora que
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    entrara en el cuarto Santa Sofía de La
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    Piedad lo encontraba absorto en la
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    lectura le llevaba al amanecer un tazón
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    de café sin azúcar y al mediodía un
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    plato de arroz con tajadas de plátano
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    fritas que era lo único que se comía en
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    la casa después de la muerte de
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    Aureliano
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    II Se preocupaba por cortarle el pelo
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    por sacarle las liendres por adaptarle
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    la ropa vieja que encontraba en en
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    baúles olvidados y cuando empezó a
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    despuntar El bigote le llevó la navaja
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    Barbera y la totuma para la espuma del
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    Coronel Aureliano Buen día Ninguno de
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    los hijos de este se le pareció tanto ni
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    siquiera Aureliano José sobre todo por
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    los pómulos pronunciados y la línea
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    resuelta y un poco despiadada de los
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    labios como le ocurrió a Úrsula con
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    Aureliano segundo cuando este estudiaba
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    en el cuarto Santa Sofía de La Piedad
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    creía que Aureliano hablaba solo en
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    realidad conversaba con melquíades un
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    mediodía ardiente Poco después de la
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    muerte de los gemelos vio contra la
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    reverberación de la ventana al anciano
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    lúgubre con el sombrero de alas de
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    Cuervo como la materialización de un
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    recuerdo que estaba en su memoria desde
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    mucho antes de nacer Aureliano había
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    terminado de clasificar el alfabeto de
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    los
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    pergaminos Así que cuando melquiades le
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    preguntó si había descubierto en Qué
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    lengua estaban escritos él no vaciló
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    para contestar en san sánscrito dijo
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    melquíades Le reveló que sus
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    oportunidades de Volver al cuarto
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    estaban contadas pero se iba tranquilo a
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    las praderas de la muerte definitiva
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    porque Aureliano tenía tiempo de
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    aprender el sánscrito en los años que
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    faltaban para que los pergaminos
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    cumplieran un siglo y pudieran ser
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    descifrados fue él quien le Indicó que
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    en el callejón que terminaba en el río y
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    donde en los tiempos de la compañía
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    bananera se adivinaba el porvenir y se
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    interpretaban los sueños un sabio
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    Catalán tenía una tienda de libros Donde
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    había un srit primer que sería devorado
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    por las polillas 6 años después si él no
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    se apresuraba a
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    comprarlo por primera vez en su larga
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    vida Santa Sofía de La Piedad dejó
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    traslucir un sentimiento y era un
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    sentimiento de estupor cuando Aureliano
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    le pidió que le llevara el libro que
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    había de encontrar entre la Jerusalén
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    libertada y los poemas de Milton en el
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    extremo derecho del segundo renglón de
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    los
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    anaqueles como no sabía leer se aprendió
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    de memoria la parrafada y y consiguió el
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    dinero con la venta de uno de los 17
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    pescaditos de oro que quedaban en el
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    taller y que solo ella y Aureliano
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    sabían donde los habían puesto la noche
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    en que los soldados registraron la casa
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    Aureliano avanzaba en los estudios del
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    sánscrito mientras melquíades iba
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    haciéndose cada vez menos asiduo y más
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    lejano esfume en la claridad radiante
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    del mediodía la última vez que Aureliano
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    lo sintió era apenas una presencia
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    invisible que murmuraba he muerto de
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    fiebre en los médanos de Singapur
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    el cuarto se hizo Entonces vulnerable al
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    polvo al calor al comején a las hormigas
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    coloradas a las polillas que habían de
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    convertir en aserrín la sabiduría de los
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    libros y los
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    pergaminos en la casa No faltaba que
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    comer al día siguiente de la muerte de
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    Aureliano II uno de los amigos que
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    habían llevado la corona con la
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    inscripción irreverente le ofreció
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    pagarle a Fernanda un dinero que le
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    había quedado debiendo a su esposo a
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    partir de entonces un mandadero llevaba
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    todos los miércoles un canasto con cosas
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    de comer que alcanzaban bien para una
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    semana nadie supo nunca que aquellas
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    vituallas las mandaba Petra cotes con la
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    idea de que la Caridad continuada era
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    una forma de humillar a quien la había
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    humillado sin embargo el rencor se le
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    disipó mucho más pronto de lo que ella
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    misma esperaba Y entonces siguió
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    mandando la comida por orgullo y
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    finalmente por compasión
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    varias veces cuando le faltaron ánimos
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    para vender billetitos y la gente perdió
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    el interés por las rifas se quedó ella
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    sin comer para que comiera Fernanda y no
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    dejó de cumplir el compromiso mientras
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    no vio pasar su entierro para Santa
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    Sofía de La Piedad la reducción de los
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    habitantes de la casa debía haber sido
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    el descanso a que tenía derecho Después
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    de más de medio siglo de trabajo nunca
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    se le había oído Un lamento a aquella
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    mujer sigilosa impenetrable que sembró
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    en la familia los gérmenes angélicos de
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    remedios La bella y la Misteriosa
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    solemnidad de José Arcadio iundi que
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    consagró toda una vida de soledad y
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    silencio a la crianza de unos niños que
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    apenas si recordaban que eran sus hijos
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    y sus nietos y que se ocupó de Aureliano
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    como si hubiera salido de sus entrañas
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    sin saber ella misma que era su
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    bisabuela solo en una casa como aquella
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    era concebible que hubiera dormido
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    siempre en un petate que tendía en el
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    piso del granero entre el estrépito
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    nocturno de las ratas y sin haberle
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    contado a nadie que una noche la
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    despertó la pavor sensación de que
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    alguien la Estaba mirando en la
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    oscuridad y era que una víbora se
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    deslizaba por su vientre ella sabía que
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    si se lo hubiera contado a Úrsula la
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    hubiera puesto a dormir en su propia
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    cama pero eran los tiempos en que nadie
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    se daba cuenta de nada mientras no se
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    gritara en el corredor porque los afanes
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    de la panadería los sobresaltos de la
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    Guerra el cuidado de los niños no
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    dejaban tiempo para pensar en la
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    felicidad ajena Petra cotes a quien
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    nunca vio era la única que se acordaba
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    de ella
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    estaba pendiente de que tuviera un buen
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    par de zapatos para salir de que nunca
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    le faltara un traje aún en los tiempos
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    en que hacían Milagros con el dinero de
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    las
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    rifas cuando Fernanda llegó a la casa
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    tuvo motivos para creer que era una
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    sirviente termizada Y aunque varias
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    veces oyó decir que era la madre de su
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    esposo aquello le resultaba tan
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    increíble que más tardaba en saber lo
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    que en olvidarlo sanda Sofía de La
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    Piedad no pareció molestarse nunca por
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    aquella condición subal
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    al contrario se tenía la impresión de
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    que le gustaba andar por los rincones
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    sin una tregua sin un quejido
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    manteniendo ordenada y limpia la inmensa
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    casa donde vivió desde la adolescencia y
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    que particularmente en los tiempos de la
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    compañía bananera parecía más un cuartel
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    que un hogar pero cuando murió Úrsula la
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    diligencia inhumana de Santa Sofía de La
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    Piedad su tremenda capacidad de trabajo
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    empezaron a
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    quebrantarse no era solamente que
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    estuviera vieja y agotada sino que la
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    casa se precipitó de la noche a la
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    mañana en una crisis de senilidad un
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    musgo tierno se trepó por las
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    paredes cuando ya no hubo un lugar
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    pelado en los patios la mza rompió por
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    debajo el cemento del corredor lo
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    resquebrajo como un cristal y salieron
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    por las grietas las mismas florecitas
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    amarillas que casi un siglo Antes había
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    encontrado Úrsula en el vaso donde
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    estaba la dentadura postiza de
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    melquíades
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    sin tiempo ni recursos para impedir los
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    desafueros de de la naturaleza Santa
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    Sofía de La Piedad se pasaba el día en
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    los dormitorios espantando los lagartos
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    que volverían a meterse por la noche una
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    mañana vio que las hormigas coloradas
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    abandonaron los cimientos socavados
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    atravesaron el jardín subieron por el
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    pasamanos donde las begonias habían
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    adquirido un color de tierra y entraron
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    hasta el fondo de la casa trató primero
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    de matarlas con una escoba luego con
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    insecticida Y por último con cal pero al
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    otro día estaban otra vez en el mismo
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    lugar pasando siempre tenaces e
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    invencibles Fernanda escribiendo cartas
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    a sus hijos no se daba cuenta de la
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    arremetida Incontenible de la
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    destrucción sanda Sofía de La Piedad
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    siguió luchando sola peleando con la
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    maleza para que no entrara en la cocina
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    arrancando de las paredes los borlones
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    de telaraña que se reproducían en pocas
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    horas raspando el comején pero cuando
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    vio que también el cuarto de melquíades
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    estaba telaraño y polvoriento así lo
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    barriera y pudiera tres veces al día y
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    que a pesar de su Furia limpiadora
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    estaba amenazado por los escombros y el
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    aire de miseria que solo el coronel
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    Aureliano buen día y el joven militar
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    habían previsto comprendió que estaba
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    vencida Entonces se puso el gastado
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    traje dominical unos viejos zapatos de
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    Úrsula y un par de medias de algodón que
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    le había regalado amaranta Úrsula e hizo
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    un atadito con las dos o tres mudas que
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    le quedaban me rindo le dijo
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    Aureliano Esta es mucha casa para mis
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    huesos Aureliano le preguntó para dónde
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    iba y ella hizo un gesto de vaguedad
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    como si no tuviera la menor idea de su
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    destino trató de precisar Sin embargo
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    que iba a pasar sus últimos años con una
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    prima hermana que vivía en rioacha no
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    era una explicación
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    verosímil desde la muerte de sus padres
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    no había tenido contacto con nadie en el
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    pueblo ni recibió cartas ni recados ni
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    se le oyó hablar de pariente alguno
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    Aureliano le dio 14 pescaditos de oro
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    porque ella Estaba dispuesta a irse con
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    lo único que tenía un peso y 25 centavos
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    desde la ventana del cuarto él la vio
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    atravesar el patio con su atadito de
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    ropa arrastrando los pies y arqueada por
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    los años y la vio meter la mano por un
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    hueco del portón para poner la aldava
  • 00:09:49
    después de haber salido jamás se volvió
  • 00:09:52
    a saber de
  • 00:09:53
    ella cuando se enteró de la fuga
  • 00:09:56
    Fernanda despotrica entero mientras
  • 00:09:59
    revisaba baúles cómodas y armarios cosa
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    por cosa para convencerse de que Santa
  • 00:10:04
    Sofía de La Piedad no se había alzado
  • 00:10:06
    con nada se quemó los dedos tratando de
  • 00:10:09
    prender un fogón por primera vez en la
  • 00:10:11
    vida Y tuvo que pedirle a Aureliano el
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    favor de enseñarle a preparar el café
  • 00:10:16
    con el tiempo fue el quien hizo los
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    oficios de cocina al levantarse Fernanda
  • 00:10:22
    encontraba el desayuno servido y solo
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    volvía a abandonar el dormitorio para
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    la comida que Aureliano le dejaba
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    tapada rescoldo y que ella llevaba a la
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    mesa para comérsela en manteles de Lino
  • 00:10:33
    y entre candelabros sentada en una
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    cabecera solitaria al extremo de 15
  • 00:10:37
    sillas vacías aún en esas circunstancias
  • 00:10:41
    Aureliano y Fernanda no compartieron la
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    soledad sino que siguieron viviendo cada
  • 00:10:45
    uno en la suya haciendo la limpieza del
  • 00:10:48
    cuarto respectivo mientras La telaraña
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    iba nevando Los rosales tapizando las
  • 00:10:52
    vigas acolchonado las
  • 00:10:56
    paredes fue por esa época que Fernanda
  • 00:10:59
    tuvo la impresión de que la casa se
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    estaba llenando de duendes era como si
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    los objetos sobre todo los de uso diario
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    hubieran desarrollado la Facultad de
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    cambiar de lugar por sus propios medios
  • 00:11:11
    a Fernanda se le iba el tiempo en Buscar
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    Las tijeras que estaba segura de Haber
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    puesto en la cama y después de
  • 00:11:17
    revolverlo todo las encontraba en una
  • 00:11:19
    repisa de la cocina donde creían no
  • 00:11:21
    haber estado en cuatro días de pronto no
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    había un tenedor en la gaveta de los
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    cubiertos y encontraba seis en el altar
  • 00:11:29
    y tres en el lavadero aquella caminad
  • 00:11:31
    era de las cosas era más desesperante
  • 00:11:34
    cuando se sentaba a
  • 00:11:36
    escribir el tintero que ponía a la
  • 00:11:39
    derecha aparecía a la izquierda la
  • 00:11:41
    almohadilla del papel secante se le
  • 00:11:43
    perdía y la encontraba dos días después
  • 00:11:45
    debajo de la almohada y las páginas
  • 00:11:47
    escritas a José Arcadio se le confundían
  • 00:11:50
    con las de amaranta Úrsula y siempre
  • 00:11:52
    andaba con la mortificación de haber
  • 00:11:53
    metido las cartas en sobres cambiados
  • 00:11:56
    como en efecto le ocurrió varias veces
  • 00:11:59
    en cierta ocasión perdió la pluma 15
  • 00:12:02
    días después se la devolvió el cartero
  • 00:12:04
    que la había encontrado en su bolsa y
  • 00:12:06
    andaba buscando al dueño de casa en casa
  • 00:12:09
    al principio ella creyó que eran cosas
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    de los médicos invisibles como la
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    desaparición de los pesarios y hasta
  • 00:12:16
    empezó a escribirles una carta para
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    suplicar que la dejaran en paz Pero
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    había tenido que interrumpirla para
  • 00:12:22
    hacer algo y cuando volvió al cuarto no
  • 00:12:24
    solo no encontró la carta empezada sino
  • 00:12:27
    que se olvidó del propósito de irla por
  • 00:12:30
    un tiempo pensó que era
  • 00:12:32
    Aureliano se dio a vigilarlo a poner
  • 00:12:35
    objetos a su paso tratando de
  • 00:12:37
    sorprenderlo en el momento en que los
  • 00:12:39
    cambiara de lugar pero muy pronto se
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    convenció de que Aureliano no abandonaba
  • 00:12:43
    el cuarto de melquíades no para ir a la
  • 00:12:45
    cocina o al excusado y que no era hombre
  • 00:12:48
    de burlas de modo que terminó por creer
  • 00:12:51
    que eran travesuras de duendes y optó
  • 00:12:53
    por asegurar cada cosa en el sitio donde
  • 00:12:55
    tenía que usarla amarró Las tijeras con
  • 00:12:58
    un una larga Pita en la cabecera de la
  • 00:13:00
    cama amarró el plumero y la almohadilla
  • 00:13:03
    del papel secante en la pata de la mesa
  • 00:13:05
    y pegó con goma el tintero en la tabla a
  • 00:13:08
    la derecha del lugar en que solía
  • 00:13:10
    escribir los problemas no se resolvieron
  • 00:13:12
    de un día para otro pues a las pocas
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    horas de costura ya la pita de Las
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    tijeras no alcanzaba para cortar como si
  • 00:13:19
    los duendes la fueran disminuyendo le
  • 00:13:22
    ocurría lo mismo con la pita de la pluma
  • 00:13:24
    y hasta con su propio brazo que al poco
  • 00:13:27
    tiempo de estar escribiendo no alcanzaba
  • 00:13:29
    el
  • 00:13:30
    tintero ni amaranta Úrsula en Bruselas
  • 00:13:34
    ni José Arcadio en Roma se enteraron
  • 00:13:37
    jamás de esos insignificantes
  • 00:13:39
    infortunios Fernanda les contaba que era
  • 00:13:42
    feliz y en realidad lo era justamente
  • 00:13:45
    porque se sentía liberada de todo
  • 00:13:46
    compromiso como si la vida la hubiera
  • 00:13:48
    arrastrado otra vez hasta el mundo de
  • 00:13:50
    sus padres donde no se sufría con los
  • 00:13:53
    problemas diarios porque estaban
  • 00:13:54
    resueltos de antemano en la
  • 00:13:56
    imaginación aquella correspond encia
  • 00:13:59
    interminable le hizo perder el sentido
  • 00:14:01
    del tiempo sobre todo después de que se
  • 00:14:03
    fue Santa bofia de La Piedad se había
  • 00:14:06
    acostumbrado a llevar la cuenta de los
  • 00:14:08
    días los meses y los años tomando como
  • 00:14:10
    puntos de referencia las fechas
  • 00:14:12
    previstas para el retorno de los hijos
  • 00:14:15
    pero cuando estos modificaron los plazos
  • 00:14:17
    una y otra vez las fechas se le
  • 00:14:19
    confundieron los términos se le
  • 00:14:21
    traspapelar y las jornadas se parecieron
  • 00:14:23
    tanto las unas a las otras que no se
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    sentían transcurrir en lugar de
  • 00:14:28
    impacientarse experimentaba una onda
  • 00:14:31
    complacencia con la
  • 00:14:33
    demora No la inquietaba que muchos años
  • 00:14:36
    después de anunciarle las vísperas de
  • 00:14:38
    sus votos perpetuos José Arcadio
  • 00:14:40
    siguiera diciendo que esperaba terminar
  • 00:14:42
    los estudios de alta teología para
  • 00:14:44
    emprender losos de diplomacia porque
  • 00:14:46
    ella comprendía que era muy alta y
  • 00:14:48
    empedrada de obstáculos la escalera de
  • 00:14:50
    caracol que conducía a la silla de San
  • 00:14:52
    Pedro en cambio el espíritu se le
  • 00:14:55
    exaltaba con noticias que para otros
  • 00:14:57
    hubieran sido iantes Como aquella de que
  • 00:15:00
    su hijo había visto al papa experimentó
  • 00:15:03
    un gozo similar cuando amaranta Úrsula
  • 00:15:05
    le mandó decir que sus estudios se
  • 00:15:07
    prolongaban más del tiempo previsto
  • 00:15:09
    porque sus excelentes calificaciones le
  • 00:15:11
    habían merecido privilegios que su padre
  • 00:15:13
    no tomó en consideración al hacer las
  • 00:15:16
    cuentas habían transcurrido más de 3
  • 00:15:19
    años desde que Santa Sofía de La Piedad
  • 00:15:21
    le llevó la gramática cuando Aureliano
  • 00:15:23
    consiguió Traducir el primer
  • 00:15:26
    piego no fue una labor inútil pero
  • 00:15:29
    constituía apenas un primer paso en un
  • 00:15:31
    camino cuya longitud era imposible
  • 00:15:33
    prever porque el texto en castellano no
  • 00:15:35
    significaba nada eran versos cifrados
  • 00:15:38
    Aureliano carecía de elementos para
  • 00:15:41
    establecer las claves que le permitieran
  • 00:15:42
    desentrañar losos pero como melquíades
  • 00:15:45
    le había dicho que en la tienda del
  • 00:15:46
    sabio Catalán estaban los libros que le
  • 00:15:48
    harían falta para llegar al fondo de los
  • 00:15:50
    pergaminos decidió hablar con Fernanda
  • 00:15:53
    para que le permitiera ir a buscarlos en
  • 00:15:56
    el cuarto devorado por los escombros
  • 00:15:58
    cuya proliferación Incontenible había
  • 00:16:00
    terminado por derrotarlo pensaba en la
  • 00:16:02
    forma más adecuada de formular la
  • 00:16:04
    solicitud se anticipaba a la
  • 00:16:06
    circunstancias calculaba la ocasión más
  • 00:16:08
    adecuada pero cuando encontraba a
  • 00:16:10
    Fernanda retirando la comida del
  • 00:16:12
    rescoldo que era la única oportunidad
  • 00:16:14
    para hablarle la solicitud
  • 00:16:16
    laboriosamente premeditada se le
  • 00:16:18
    atraganta y se le perdía la voz fue
  • 00:16:21
    aquella la única vez en que la
  • 00:16:24
    espió estaba pendiente de sus pasos en
  • 00:16:27
    el dormitorio la oía ir hasta la puerta
  • 00:16:30
    para recibir las cartas de sus hijos y
  • 00:16:32
    entregarle las suyas al cartero y
  • 00:16:34
    escuchaba hasta muy altas horas de la
  • 00:16:36
    noche el trazo duro y apasionado de la
  • 00:16:38
    pluma en el papel antes de oír el ruido
  • 00:16:40
    del interruptor y el murmullo de las
  • 00:16:42
    oraciones en la oscuridad solo entonces
  • 00:16:45
    se dormía confiando en que el día
  • 00:16:47
    siguiente le daría la oportunidad
  • 00:16:49
    esperada se ilusionó tanto con la idea
  • 00:16:52
    de que el permiso no le sería negado que
  • 00:16:54
    una mañana se cortó el cabello que ya le
  • 00:16:56
    daba a los hombros se afeito la barba
  • 00:16:58
    enmarañada se puso unos pantalones
  • 00:17:01
    estrechos y una camisa de cuello postizo
  • 00:17:03
    que no sabía de quién había heredado y
  • 00:17:05
    esperó en la cocina a que Fernanda fuera
  • 00:17:07
    a desayunar no llegó la mujer de todos
  • 00:17:10
    los días la de la cabeza alzada y la
  • 00:17:13
    andadura pétrea sino una anciana de una
  • 00:17:15
    hermosura sobrenatural con una
  • 00:17:17
    amarillenta capa de armiño una corona de
  • 00:17:20
    cartón dorado y la conducta lánguida de
  • 00:17:22
    quien ha llorado en
  • 00:17:24
    secreto en realidad desde que lo
  • 00:17:26
    encontró en los baúles de aurel io
  • 00:17:28
    segundo Fernanda se había puesto muchas
  • 00:17:31
    veces el apolillado vestido de reina
  • 00:17:34
    cualquiera que la hubiera visto frente
  • 00:17:35
    al espejo estaci en sus propios ademanes
  • 00:17:38
    monárquicos habría podido pensar que
  • 00:17:40
    estaba loca pero no lo estaba
  • 00:17:44
    simplemente había convertido los
  • 00:17:46
    atuendos reales en una máquina de
  • 00:17:48
    recordar la primera vez que se los puso
  • 00:17:51
    no pudo evitar que se le formara un nudo
  • 00:17:53
    en el corazón y que los ojos se le
  • 00:17:54
    llenaran de lágrimas porque en aquel
  • 00:17:56
    instante volvió a percibir el olor de
  • 00:17:58
    betún de las botas del militar que fue a
  • 00:18:00
    buscarla a su casa para hacerla reina y
  • 00:18:03
    el alma se le cristalizó con la
  • 00:18:04
    nostalgia de los sueños
  • 00:18:07
    perdidos se sintió tan vieja tan acabada
  • 00:18:11
    tan distante de las mejores horas de su
  • 00:18:13
    vida que inclusive añoro las que
  • 00:18:15
    recordaba como las peores y solo
  • 00:18:17
    entonces descubrió cuánta falta hacían
  • 00:18:19
    las ráfagas de orégano en el corredor y
  • 00:18:21
    el vapor de Los rosales al atardecer y
  • 00:18:23
    hasta la naturaleza bestial de los
  • 00:18:26
    advenedizos su corazón de cen apelmazada
  • 00:18:29
    que había resistido sin quebrantos a los
  • 00:18:31
    golpes más certeros de la realidad
  • 00:18:33
    cotidiana se desmoronó a los primeros
  • 00:18:35
    embates de la
  • 00:18:36
    nostalgia la necesidad de sentirse
  • 00:18:39
    triste se le iba convirtiendo en un
  • 00:18:40
    vicio a medida que la devastaban los
  • 00:18:42
    años se humanizó en la soledad sin
  • 00:18:46
    embargo la mañana en que entró en la
  • 00:18:48
    cocina y se encontró con una taza de
  • 00:18:50
    café que le ofrecía un adolescente óseo
  • 00:18:52
    y pálido con un resplandor alucinado en
  • 00:18:55
    los ojos la desgarró el zarpazo del
  • 00:18:57
    ridículo
  • 00:18:59
    No solo le negó el permiso sino que
  • 00:19:01
    desde entonces cargó las llaves de la
  • 00:19:03
    casa en la bolsa donde guardaba los
  • 00:19:04
    pesarios sin
  • 00:19:06
    usar era una precaución inútil porque de
  • 00:19:10
    haberlo querido Aureliano hubiera podido
  • 00:19:12
    escapar y hasta volver a casa sin ser
  • 00:19:14
    visto pero el prolongado cautiverio la
  • 00:19:17
    incertidumbre del mundo el hábito de
  • 00:19:19
    obedecer habían resecado en su corazón
  • 00:19:21
    la semillas de La Rebeldía de modo que
  • 00:19:24
    volvió a su clausura pasando y repasando
  • 00:19:27
    los pergaminos y oyendo hasta muy
  • 00:19:29
    avanzada la noche los sosos de Fernanda
  • 00:19:31
    en el dormitorio una mañana fue como de
  • 00:19:34
    costumbre aprender El fogón y encontró
  • 00:19:36
    en las cenizas apagadas la comida que
  • 00:19:38
    había dejado para ella el día anterior
  • 00:19:41
    Entonces se asomó al dormitorio y la vio
  • 00:19:44
    tendida en la cama tapada con la capa de
  • 00:19:46
    armiño más bella que nunca y con la piel
  • 00:19:49
    convertida en una cáscara de Marfil 4
  • 00:19:52
    meses después cuando llegó José Arcadio
  • 00:19:55
    la encontró intacta era imposible con
  • 00:19:58
    concebir un hombre más parecido a su
  • 00:20:00
    madre llevaba un traje de tafetán
  • 00:20:02
    luctuoso una camisa de cuello redondo y
  • 00:20:05
    duro y una delgada cinta de seda con un
  • 00:20:07
    lazo en lugar de la
  • 00:20:09
    corbata era lívido lánguido de mirada
  • 00:20:13
    atónita y labios débiles el cabello
  • 00:20:16
    negro lustrado y liso partido en el
  • 00:20:18
    centro del cráneo por una línea recta y
  • 00:20:20
    exangüe tenía la misma apariencia
  • 00:20:23
    postiza del pelo de los santos la sombra
  • 00:20:26
    de la barba bien destroncado en el
  • 00:20:27
    rostro de parafina Parecía un asunto de
  • 00:20:30
    la conciencia tenía las manos pálidas
  • 00:20:33
    con
  • 00:20:34
    herbadent y un anillo de oro macizo con
  • 00:20:37
    un ópalo girasol redondo en el índice
  • 00:20:40
    izquierdo cuando le abrió la puerta de
  • 00:20:43
    la calle Aureliano no hubiera tenido
  • 00:20:45
    necesidad de suponer quién era para
  • 00:20:46
    darse cuenta de que venía de muy lejos
  • 00:20:49
    la casa se impregnó a su paso de la
  • 00:20:51
    fragancia de agua Florida que Úrsula le
  • 00:20:53
    echaba en la cabeza cuando era niño para
  • 00:20:56
    poder encontrarlo en las tinieblas
  • 00:20:58
    de algún modo imposible de precisar
  • 00:21:01
    después de tantos años de ausencia José
  • 00:21:03
    Arcadio seguía siendo un niño otoñal
  • 00:21:05
    terriblemente triste y
  • 00:21:08
    solitario fue directamente al dormitorio
  • 00:21:11
    de su madre donde Aureliano había
  • 00:21:13
    vaporizado mercurio durante 4atro meses
  • 00:21:15
    en el atanor del abuelo de su abuelo
  • 00:21:17
    para conservar el cuerpo según la
  • 00:21:19
    fórmula de melquíades
  • 00:21:20
    José Arcadio no hizo ninguna pregunta le
  • 00:21:24
    dio un beso en la frente al cadáver le
  • 00:21:26
    sacó de debajo de la falda la
  • 00:21:28
    faltriquera de jareta donde había tres
  • 00:21:29
    pesarios todavía sin usar y la llave del
  • 00:21:32
    ropero hacía todo con ademanes directos
  • 00:21:35
    y decididos en contraste con su
  • 00:21:38
    languidez sacó del ropero un cofrecito
  • 00:21:40
    damasquinado con el escudo familiar y
  • 00:21:43
    encontró en el interior perfumado de
  • 00:21:44
    sándalo la carta voluminosa en que
  • 00:21:46
    Fernanda desahogó el corazón de las
  • 00:21:48
    incontables verdades que le había
  • 00:21:50
    ocultado la leyó de pie con avidez pero
  • 00:21:53
    sin ansiedad y en la tercera página se
  • 00:21:56
    detuvo y examinó a aureli con una mirada
  • 00:21:58
    de segundo
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    reconocimiento Entonces dijo con una voz
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    que tenía algo de navaja de afeitar tú
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    eres El bastardo soy Aureliano Buen día
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    Vete a tu cuarto dijo José
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    Arcadio Aureliano se fue y no volvió a
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    salir ni siquiera por curiosidad cuando
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    oyó el rumor de los funerales
  • 00:22:19
    solitarios a veces desde la cocina veía
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    a José Arcadio deambulando por la casa
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    ahogándose en su respiración anhelante y
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    y seguía escuchando sus pasos por los
  • 00:22:29
    dormitorios en ruinas después de la
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    medianoche no oyó su voz en muchos meses
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    no solo porque josé Arcadio no le
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    dirigía la palabra sino porque él no
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    tenía deseos de que ocurriera ni tiempo
  • 00:22:41
    de pensar en nada distinto de los
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    pergaminos a la muerte de Fernanda había
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    sacado el penúltimo pescadito y había
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    ido a la librería del sabio Catalán en
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    busca de los libros que le hacían falta
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    no le interesó nada de lo que vio en el
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    trayecto acaso porque que carecía de
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    recuerdos para comparar y las calles
  • 00:23:00
    desiertas y las casas desoladas eran
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    iguales a como las había imaginado en un
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    tiempo en que hubiera dado el alma por
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    conocerlas se había concedido a sí mismo
  • 00:23:10
    el permiso que le negó Fernanda y solo
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    por una vez con un objetivo único y por
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    el tiempo mínimo indispensable Así que
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    recorrió sin pausa las 11 cuadras que
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    separaban la casa del callejón Donde
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    antes se interpretaban los sueños y
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    entró AC cesando en el abigarrado y
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    sombrío local donde apenas había espacio
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    para moverse más que una librería
  • 00:23:31
    aquella Parecía un basurero de libros
  • 00:23:33
    usados puestos en desorden en los
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    estantes mellados por el comején en los
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    rincones amelas de telaraña y aún en los
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    espacios que debieron destinarse a los
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    pasadizos en una larga mesa también
  • 00:23:45
    agobiada de mamotretos El propietario
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    escribía una prosa incansable con una
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    caligrafía morada un poco delirante y en
  • 00:23:53
    hojas sueltas de cuaderno escolar tenía
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    una hermosa cabellera plateada que que
  • 00:23:57
    se le adelantaba en la frente como el
  • 00:23:59
    penacho de una cacatúa y sus ojos azules
  • 00:24:02
    vivos y estrechos revelaban la
  • 00:24:04
    mansedumbre del hombre que ha leído
  • 00:24:06
    todos los
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    libros estaba en calzoncillos empapado
  • 00:24:11
    en sudor y no desentendió la escritura
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    para ver quién había llegado Aureliano
  • 00:24:16
    no tuvo dificultad para rescatar de
  • 00:24:18
    entre aquel desorden de fábula los cinco
  • 00:24:20
    libros que buscaba pues estaban en el
  • 00:24:22
    lugar Exacto que le indicó melquíades
  • 00:24:25
    sin decir una palabra se los entregó
  • 00:24:28
    junto con el pescadito de oro al sabio
  • 00:24:30
    Catalán y este los examinó y sus
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    párpados se contrajeron como dos
  • 00:24:34
    almejas debes estar loco dijo en su
  • 00:24:37
    lengua alzándose de hombros y le
  • 00:24:40
    devolvió a Aureliano los cinco libros y
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    el
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    pescadito llévatelo dijo en castellano
  • 00:24:46
    el último hombre que leyó esos libros
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    debió ser Isaac El Ciego así que piensa
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    bien lo que haces José Arcadio restauró
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    el dormitorio de memé mandó limpiar y
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    remendar las cortinas de terciopelo y el
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    Damasco del baldaquín de la cama
  • 00:25:00
    virreinal Y puso otra vez en servicio el
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    baño abandonado cuya alberca de cemento
  • 00:25:05
    estaba renegrida por una nata fibrosa y
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    áspera a Esos dos lugares se redujo su
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    imperio de pacotilla de gastados géneros
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    exóticos de perfumes falsos y pedrería
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    barata lo único que pareció estorbarle
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    en el resto de la casa fueron los santos
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    del altar doméstico que una tarde quemó
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    hasta convertirlos en ceniza en una
  • 00:25:26
    hoguera que prendió en el
  • 00:25:28
    dormía hasta después de las 11 iba al
  • 00:25:31
    baño con una deshilachada túnica de
  • 00:25:33
    dragones dorados y unas chinelas de
  • 00:25:35
    borlas amarillas y allí oficiaba un Rito
  • 00:25:38
    que por su parsimonia y duración
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    recordaba al de remedios la bella antes
  • 00:25:43
    de bañarse
  • 00:25:48
    aromabar no se hacía abluciones con la
  • 00:25:50
    totuma sino que se zambullí en las aguas
  • 00:25:53
    fragantes y permanecía hasta 2 horas
  • 00:25:55
    flotando boca arriba adormecido por la
  • 00:25:57
    frescura y por el recuerdo de
  • 00:26:00
    amaranta a los pocos días de haber
  • 00:26:03
    llegado abandonó el vestido de tafetán
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    que además de ser demasiado caliente
  • 00:26:07
    para el pueblo era el único que tenía y
  • 00:26:09
    lo cambió por unos pantalones ajustados
  • 00:26:12
    muy parecidos a los que usaba Pietro
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    crespi en las clases de baile y una
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    camisa de seda tejida con el gusano vivo
  • 00:26:18
    y con sus iniciales bordadas en el
  • 00:26:21
    corazón dos veces por semana lavaba la
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    muda completa en la alberca y se quedaba
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    con la túnica hasta que se
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    pues no tenía nada más que ponerse nunca
  • 00:26:31
    comía en la casa salía a la calle cuando
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    aflojaba el calor de la siesta y no
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    regresaba hasta muy entrada la noche
  • 00:26:39
    entonces continuaba su deambular
  • 00:26:41
    angustioso respirando como un gato y
  • 00:26:43
    pensando en amaranta ella y la mirada
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    espantosa de los santos en el fulgor de
  • 00:26:49
    la lámpara nocturna eran los dos
  • 00:26:51
    recuerdos que conservaba de la
  • 00:26:54
    casa muchas veces en el alucinante
  • 00:26:57
    agosto Romano había abierto los ojos en
  • 00:26:59
    mitad del sueño y había visto a amaranta
  • 00:27:02
    surgiendo de un estanque de mármol
  • 00:27:03
    brocatel con su pollerines de encaje y
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    su venda en la mano idealizada por la
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    ansiedad del exilio al contrario de
  • 00:27:11
    Aureliano José que trató de sofocar
  • 00:27:13
    aquella imagen en el Pantano sangriento
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    de la guerra él trataba de mantenerla
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    Viva en un cagal de concupiscencia
  • 00:27:20
    mientras entretenía su madre con la
  • 00:27:22
    patraña sin término de la vocación
  • 00:27:24
    pontificia ni a él ni a Fernanda se les
  • 00:27:27
    ocurrió pensar nunca que su
  • 00:27:28
    correspondencia era un intercambio de
  • 00:27:31
    fantasías José Arcadio que abandonó el
  • 00:27:34
    seminario Tan pronto como llegó a Roma
  • 00:27:36
    siguió alimentando la leyenda de la
  • 00:27:38
    teología y el derecho canónico para no
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    poner en peligro la herencia Fabulosa de
  • 00:27:43
    que le hablaban las cartas delirantes de
  • 00:27:45
    su madre y que había de rescatarlo de la
  • 00:27:47
    miseria y la sordidez que compartía con
  • 00:27:49
    dos amigos en una guardilla del
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    trastevere cuando Recibió la última
  • 00:27:55
    carta de Fernanda dictada por el ento de
  • 00:27:57
    la muerte inminente metió en una maleta
  • 00:28:00
    los últimos desperdicios de su falso
  • 00:28:02
    esplendor y atravesó el océano en una
  • 00:28:04
    bodega donde los emigrantes se
  • 00:28:08
    apelotonadas fríos y queso
  • 00:28:10
    agusanado antes de leer el testamento de
  • 00:28:13
    Fernanda que no era más que una
  • 00:28:15
    minuciosa y tardía recapitulación de
  • 00:28:17
    infortunios ya los muebles desvencijados
  • 00:28:19
    y la maleza del corredor le habían
  • 00:28:21
    indicado que estaba metido en una trampa
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    de la cual no saldría jamás para siempre
  • 00:28:26
    exiliado de la luz de diam y el aire
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    inmemorial de la primavera romana en los
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    insomnios agotadores del asma medía y
  • 00:28:33
    volvía a medir la profundidad de su
  • 00:28:35
    desventura mientras repasaba la casa
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    tenebrosa donde los aspavientos seniles
  • 00:28:40
    de Úrsula le infundieron el miedo del
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    mundo para estar segura de no perderlo
  • 00:28:46
    en las tinieblas ella le había asignado
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    un rincón del dormitorio el único donde
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    podría estar a salvo de los muertos que
  • 00:28:52
    deambulaban por la casa desde el
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    atardecer cualquier cosa mala que haas
  • 00:28:57
    le decía Úrsula me la dirán los santos
  • 00:29:00
    las noches
  • 00:29:02
    Pávido a ese Rincón donde permanecía
  • 00:29:05
    inmóvil hasta la hora de acostarse
  • 00:29:07
    sudando de miedo en un taburete bajo la
  • 00:29:09
    mirada vigilante y glacial de los santos
  • 00:29:11
    acus
  • 00:29:13
    setas era una tortura inútil porque ya
  • 00:29:16
    para esa época él tenía terror de todo
  • 00:29:19
    lo que lo rodeaba y estaba preparado
  • 00:29:21
    para asustarse de todo lo que encontrara
  • 00:29:23
    en la vida las mujeres de la calle que
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    echaban a perder la sangre las mujeres
  • 00:29:27
    de la casa que parí hijos con cola de
  • 00:29:30
    puerco los gallos de pelea que
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    provocaban muertes de hombres y
  • 00:29:34
    remordimientos de conciencia para el
  • 00:29:35
    resto de la vida las armas de fuego que
  • 00:29:38
    con solo tocar Las condenaban a 20 años
  • 00:29:40
    de guerra las empresas
  • 00:29:42
    desacertadas que solo conducían al
  • 00:29:45
    desencanto y la locura Y todo en fin
  • 00:29:47
    todo cuanto Dios había creado con su
  • 00:29:49
    infinita bondad y que el había
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    pervertido Al despertar molido por el
  • 00:29:55
    torno de las pesadillas la Claridad de
  • 00:29:57
    la ventana y las caricias de amaranta en
  • 00:29:59
    la alberca y el deleite con que lo
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    empolva entre las piernas con una
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    bellota de seda lo liberaban del
  • 00:30:07
    terror hasta Úrsula era distinta bajo la
  • 00:30:10
    luz radiante del jardín porque allí no
  • 00:30:12
    le hablaba de cosas de pavor sino que le
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    frotaba los dientes con polvo de Carbón
  • 00:30:17
    para que tuviera La sonrisa radiante de
  • 00:30:19
    un papa y le cortaba y le pulía las uñas
  • 00:30:22
    para que los peregrinos que llegaban a
  • 00:30:23
    Roma de todo el ámbito de la tierra se
  • 00:30:25
    asombraran de la pulcritud de las manos
  • 00:30:27
    del Papa cuando les echara la bendición
  • 00:30:29
    y lo peinaba como un papa y lo ensopada
  • 00:30:32
    con agua Florida para que su cuerpo y
  • 00:30:34
    sus ropas tuvieran la fragancia de un
  • 00:30:37
    papa en el patio de castelgandolfo él
  • 00:30:40
    había visto al papa en un balcón
  • 00:30:41
    pronunciando el mismo discurso en siete
  • 00:30:44
    idiomas para una muchedumbre de
  • 00:30:45
    peregrinos y lo único que en efecto le
  • 00:30:47
    había llamado la atención era la
  • 00:30:49
    blancura de sus manos que parecían
  • 00:30:51
    maceradas en lejía el resplandor
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    deslumbrante de sus ropas de verano y su
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    recóndito hálito de agua de
  • 00:30:59
    Colonia casi un año después del regreso
  • 00:31:02
    a la casa habiendo vendido para comer
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    los candelabros de plata y la bacinilla
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    heráldica que a la hora de la verdad
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    solo tuvo de oro las incrustaciones del
  • 00:31:10
    escudo la única distracción de José
  • 00:31:12
    Arcadio era recoger niños en el pueblo
  • 00:31:15
    para que jugaran en la casa aparecía con
  • 00:31:18
    ellos a la hora de la siesta y los hacía
  • 00:31:20
    saltar la cuerda en el jardín cantar en
  • 00:31:22
    el corredor y hacer Maromas en los
  • 00:31:24
    muebles de la sala mientras él iba por
  • 00:31:26
    entre grupos impartiendo lecciones de
  • 00:31:28
    buen
  • 00:31:29
    comportamiento para esa época había
  • 00:31:32
    acabado con los pantalones estrechos y
  • 00:31:34
    la camisa de seda Y usaba una muda
  • 00:31:36
    ordinaria comprada en los almacenes de
  • 00:31:38
    los árabes pero seguía manteniendo su
  • 00:31:40
    dignidad lánguida y sus ademanes
  • 00:31:43
    papales los niños Se tomaron la casa
  • 00:31:45
    como lo hicieron en el pasado las
  • 00:31:47
    compañeras de memé hasta muy entrada la
  • 00:31:50
    noche se les oía cotorrear y cantar y
  • 00:31:52
    bailar zapateados de modo que la casa
  • 00:31:54
    Parecía un internado sin disciplina
  • 00:31:58
    Aureliano no se preocupó de la invasión
  • 00:32:01
    mientras no fueron a molestarlo en el
  • 00:32:02
    cuarto de melquíades
  • 00:32:04
    una mañana dos niños empujaron la puerta
  • 00:32:07
    y se espantaron ante la visión del
  • 00:32:09
    hombre cochambroso y peludo que seguía
  • 00:32:11
    descifrando los pergaminos en la mesa de
  • 00:32:13
    trabajo no se atrevieron a entrar pero
  • 00:32:16
    siguieron rondando la habitación se
  • 00:32:19
    asomaban cuchicheando por la cend hijas
  • 00:32:21
    arrojaban animales vivos por las
  • 00:32:23
    claraboyas y en una ocasión
  • 00:32:27
    y la ventana y Aureliano necesitó medio
  • 00:32:29
    día para
  • 00:32:30
    forzarlas divertidos por la impunidad de
  • 00:32:33
    sus travesuras cuatro niños entraron
  • 00:32:35
    otra mañana en el cuarto mientras
  • 00:32:37
    Aureliano estaba en la cocina dispuestos
  • 00:32:40
    a destruir los
  • 00:32:41
    pergaminos pero Tan pronto como se
  • 00:32:43
    apoderaron de los pliegos amarillentos
  • 00:32:45
    una fuerza Angélica los levantó del
  • 00:32:47
    suelo y los mantuvo suspendidos en el
  • 00:32:50
    aire hasta que regresó Aureliano y les
  • 00:32:52
    arrebató los
  • 00:32:54
    pergaminos desde entonces no volvieron a
  • 00:32:56
    molestar
  • 00:32:59
    los cuatro niños mayores que usaban
  • 00:33:01
    pantalones cortos a pesar de que ya se
  • 00:33:03
    asomaban a la adolescencia se ocupaban
  • 00:33:05
    de la apariencia personal de José
  • 00:33:08
    Arcadio llegaban más temprano que los
  • 00:33:10
    otros y dedicaban la mañana a afeitar a
  • 00:33:13
    darle masajes con toallas calientes a
  • 00:33:16
    cortarle y pulirle las uñas de las manos
  • 00:33:18
    y los pies a perfumar con agua Florida
  • 00:33:21
    en varias ocasiones se metieron en la
  • 00:33:23
    alberca para jabonar lo de pies a cabeza
  • 00:33:26
    mientras el Aba boca arriba pensando en
  • 00:33:29
    amaranta luego le secaban le empolva el
  • 00:33:32
    cuerpo y lo vestían une de los niños que
  • 00:33:35
    tenía el cabello rubio y Crespo y los
  • 00:33:38
    ojos de vidrios rosados como los conejos
  • 00:33:40
    solía dormir en la casa eran tan firmes
  • 00:33:44
    los vínculos que lo unían a José Arcadio
  • 00:33:46
    que le acompañaba en sus insomnios de
  • 00:33:47
    asmático sin hablar deambulando con él
  • 00:33:50
    por la casa en
  • 00:33:52
    tinieblas una noche vieren en la alcoba
  • 00:33:55
    donde dormía Úrsula un resplandor
  • 00:33:56
    amarillo a través del cemento
  • 00:33:58
    cristalizado como si un sol subterráneo
  • 00:34:00
    hubiera convertido en vitral el piso del
  • 00:34:02
    dormitorio no tuvieren que encender el
  • 00:34:05
    foco les bastó con levantar las placas
  • 00:34:08
    quebradas del rincón donde siempre
  • 00:34:10
    estuve la cama de Úrsula y donde el
  • 00:34:12
    resplandor era más intenso para
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    encontrar la cripta secreta que
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    Aureliano segund se cansó de buscar en
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    el delirio de las excavaciones allí
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    estaban los tres sacos de lona cerrados
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    con alambre de cobre y dentro de ellos
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    los 7200 14 doblones de A4 que seguían
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    relumbrar en la oscuridad el hallazgo
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    del tesoro fue como una
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    deflagración en vez de regresar a Roma
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    con la intempestiva fortuna que era el
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    sueño madurado en la miseria José
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    Arcadio convirtió la casa en un paraíso
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    decadente cambió por terciopelo nuevo
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    las cortinas y el baldaquín del
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    dormitorio y les hizo poner baldosas al
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    piso del bañe y az lejos a las paredes
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    la alacena del comedor se llenó de
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    frutas azucaradas jamones y encurtidos y
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    el granero en desu volvió a abrirse para
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    almacenar vinos y licores que el propio
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    José Arcadio retiraba en la estación del
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    ferrocarril en cajas marcadas con su
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    nombre una noche él y los cuatro niños
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    mayores hicieren una fiesta que se
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    prolongó Hasta el amanecer A las 6 de la
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    mañana salieron desnudos del dormitorio
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    vaciaron la alberca y la llenaron de
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    champaña se sambuy en bandada nadando
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    come pájaros que volaran en un un cielo
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    dorado de burbujas fragantes mientras
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    José Arcadio fleta boca arriba al margen
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    de la fiesta evocando a amaranta con los
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    ojos
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    abiertos permaneció así ensimismado
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    rumiando la amargura de sus placeres
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    equívocos hasta después de que los niños
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    se cansaran y se fueron en tropel al
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    dormitorio donde arrancaron las cortinas
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    de terciopelo para secarse y cuartear en
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    el desorden la luna del Cristal de Roca
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    y desbarataron el baldaquín de la cama
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    tratando de acostarse en tumulto
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    cuando José Arcadio volvió del baño los
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    encontró durmiendo apelotonadas desnudos
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    en una alcoba de naufragio enardecido no
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    tanto por los estragos como por el asco
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    y la Lástima que sentía contra sí mismo
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    en el desolado vacío de la saturnal se
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    armó con unas disciplinas de perrero
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    eclesiástico que guardaba en el fondo
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    del baúl junte con un silicio y otros
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    fierros de mortificación y penitencia y
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    expulsó a los niños de la casa aullando
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    como un loco y azot estándo sin
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    misericordia como no lo
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    hubiera hecho con una jauría de coyotes
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    quedó demolido con una crisis de asma
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    que se prolongó por varios días y que le
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    dio el aspecto de un
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    agonizante a la tercera noche de tortura
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    vencido por la asfixia fue al cuarto de
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    Aureliano pedirle el favor de que le
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    comprara en una botica cercana a unos
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    polvos para inhalar fue así como hizo
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    Aureliano su segunda salida a la calle
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    solo tuve que recorrer dos cuadras para
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    llegar hasta la estrecha botica de
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    polvorientas vidrieras con pomos de losa
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    marcados en latín donde una muchacha con
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    la sigilosa belleza de una serpiente del
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    Nilo le despachó el medicamento que José
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    Arcadio le había escrito en un papel la
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    segunda visión del pueblo desierto
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    alumbrado apenas por las amarillentas
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    bombillas de las calles No despertó en
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    Aureliano más curiosidad que la primera
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    vez José Arcadio había alcanzado a
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    pensar que había huido Cuando lo vio
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    aparecer de nuevo un poco anhelante a
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    causa de la prisa arrastrando las
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    piernas que el encierro y la falta de
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    movilidad habían vuelto débiles y
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    torpes era tan cierta su indiferencia
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    por el mundo que peces días después José
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    Arcadio violó la promesa que había hecho
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    a su madre y le dejó en libertad para
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    salir cuando quisiera no tengo nada que
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    hacer en la calle le contestó
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    Aureliano siguió encerrado absorto en
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    los pergaminos que peco a poco iba
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    desentrañando y cuyo sentido sin embargo
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    no lograba
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    interpretar José Arcadio le llevaba al
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    cuarto rebanadas de jamón flores
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    azucaradas que dejaban en la boca un
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    regusto primaveral y en Des ocasiones un
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    vaso de buen vino no se interesó en los
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    pergaminos que consideraba más bien como
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    un entretenimiento esotérico Pero le
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    llamó la atención la rara sabiduría y El
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    inexplicable conocimiento del mundo que
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    tenía aquel pariente
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    desolado supo entonces que era capaz de
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    comprender el inglés escrito y que entre
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    pergamino y pergamino había leído de la
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    primera página a la última con si fuera
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    una novela Los seis tomos de la
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    enciclopedia a eso atribuyó al principio
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    el que Aureliano pudiera hablar de Roma
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    como si hubiera vivido allí muchos años
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    pero muy pronto se dio cuenta de que
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    tenía conocimientos que no eran
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    enciclopédicos como los precios de las
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    cosas todo se sabe fue la única
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    respuesta que recibió de Aureliano
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    cuando le preguntó Cómo había obtenido
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    aquellas
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    informaciones Aureliano por su parte se
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    sorprendió de que José Arcadio visto de
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    cerca fuera tan distinto de la imagen
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    que se había formado de él cuando lo
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    veía deambular por la casa Era capaz de
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    reír de permitirse de vez en cuando una
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    nostalgia del pasado de la casa y de
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    preocuparse por el ambiente de miseria
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    en que se encontraba el cuarto de
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    melquíades
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    aquel acercamiento entre de solitarios
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    de la misma sangre estaba muy lejos de
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    la amistad pero les permitió a ambos
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    sobrellevar mejor la insondable soledad
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    que al mismo tiempo los separaba y les
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    unía José Arcadio pude entonces acudir a
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    Aureliano para desenredar ciertos
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    problemas domésticos que lo exasperaba
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    Aureliano a su vez podía sentarse a leer
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    en el corredor recibir las cartas de
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    amaranta Úrsula que seguían llegando con
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    la puntualidad de siempre y usar el baño
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    de donde lo había desterrado José
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    Arcadio desde su llegada Una calurosa
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    madrugada ambos despertar en alarmados
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    por un es Golpes apremiantes en la
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    puerta de la calle era un anciano oscuro
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    con unos ojos grandes y verdes que le
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    daban a su rostro una fosforescencia
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    espectral y con una cruz de ceniza en la
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    frente las ropas emp piltrafas los
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    zapatos rotos la vieja mochila que
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    llevaba en el hombre como único equipaje
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    le daban el aspecto de un por diosero
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    pero su conducta tenía una dignidad que
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    estaba en franca contradicción con su
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    apariencia bastaba con verlo una vez aún
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    en la penumbra de la sala para darse
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    cuenta de que la fuerza secreta que le
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    permitía vivir no era el instinto de
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    observación sino la costumbre del miedo
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    era Aureliano Amador El Único
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    sobreviviente de los 17 hijos del
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    Coronel Aureliano Buen día que iba
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    buscando una tregua en su larga y
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    azarosa existencia de
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    fugitivo se identificó suplicó que le
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    dieran refugia en aquella casa que en
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    sus noches de paria había evocado como
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    el último reducto de seguridad que le
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    quedaba en la vida pero José Arcadio y
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    Aureliano no lo
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    recordaban creyendo que era un vagabundo
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    lo echaron a la calle en pellones ambos
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    vieron Entonces desde la puerta el final
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    de un drama que había empezado desde
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    antes de que José Arcadio tuviera uso de
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    razón des agentes de la policía que
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    habían perseguido a Aureliano Amador
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    durante años que lo habían rastreado
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    como perros por medio mundo surgieron de
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    entre Los Almendros de la acera opuesta
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    y le hicieron vestidos de mauser que le
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    penetraron limpiamente por la cruz de
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    ceniza en realidad desde que expulsó a
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    los niños de la casa José Arcadio
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    esperaba noticias de un transatlántico
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    que saliera para Nápoles antes de
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    Navidad se lo había dicho a Aureliano e
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    inclusive había hecho planes para
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    dejarle montado un negocio que le
  • 00:41:36
    permitiera vivir porque la canastilla de
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    víveres no volvió a llegar desde el
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    entierro de
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    Fernanda sin embargo tampoco aquel sueño
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    final había de cumplirse una mañana de
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    septiembre después de tomar el café con
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    Aureliano en la cocina José Arcadio
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    estaba terminando su baño diario cuando
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    irrumpieron por entre los toros de las
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    Tejas les cuatro niños que había
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    expulsado de la
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    casa sin darle tiempo de defenderse se
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    metier en vestidos en la alberca lo
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    agarraron por el pelo y le mantuvieran
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    la cabeza hundida hasta que cesó en la
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    superficie la borbor tación de la agonía
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    y el silencioso y pálido cuerpo de
  • 00:42:15
    delfín se deslizó hasta el fondo de las
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    aguas fragantes
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    después se llevaron les tres sacos de
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    Here que solo elles y su víctima sabían
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    donde estaban
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    escondidos fue una acción tan rápida
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    metódica y brutal que pareció un asalte
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    de militares Aureliano encerrado en su
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    cuarto no se dio cuenta de nada esa
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    tarde habiéndolo echado de menos en la
  • 00:42:38
    cocina buscó a José Arcadio por toda la
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    casa y lo encontró flando en los espejos
  • 00:42:43
    perfumados de la Alberca enorme y
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    tumefacto Y todavía pensando en amaranta
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    solo entonces comprendió cuánto había
  • 00:42:51
    empezado a quererlo
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